El desarrollo personal y espiritual pasa por ir conociéndose a sí mismo y los Dones que un@ trae consigo a esta vida. A medida que limpiamos y nos deshacemos de las capas con las que la sociedad, la familia, etc., nos ha inculcado, nos reencontramos con el verdadero anhelo de nuestra Alma, desarrollando así nuestras aptitudes, aprendiendo a fluir con la vida y a disfrutar de ella sin resistencias.
PRÁCTICA EN EL DIA A DIA
PRACTICA EN EL DIA A DIA
La meditación Vipassana, la Repiración de Luz Cuántica, Integrative Presence, Rebirthing... son herramientas, como muchas otras, que nos ayudan en momentos determinados cuando nos sentamos a realizarlas. Ellas nos ayudan a ahondar mas profundo, pero la base mas importante de todo es el aprender a estar presentes en AQUÍ Y AHORA que es el único instante que existe, todo lo demás es una ilusión creada por la mente desde nuestros miedos y condicionada por patrones aprendidos de conducta desde la tierna infancia. Pero si queremos dejar de acumular mas emociones y comenzar a limpiar nuestro banco de memoria (o nuestra casa) una de las claves es aprender a llevar a la práctica, en el día a día, esos métodos de observación donde aprendemos a no dar tanta importancia a esas emociones, sino a observarlas como alguien que observa a un niño con su llanto o su perreta, sin identificarse con ellas, aprendiendo a sentirlas, si, esto es lo que siento aquí y ahora, a ver que pasa si respiro profundo y dejo que fluya, mmmm! que interesante!. Normalmente, cuando nos permitimos observar esas emociones, sin miedo a sufrir, tan pronto como vienen se van, esa es la maravilla de la observación...tan fácil? Pues sí y no, aunque parezca difícil el problema en que nos cueste tanto es que nos identificamos con ellas pues es lo que hemos aprendido a lo largo de toda nuestra vida, si somos capaces de realmente ver a esas emociones como algo que va y viene, aceptarlas y permitirlas, entonces será fácil.
Esto lo podemos llevar a nuestra práctica diaria en situaciones con otras personas, cuando nos enfrentamos a ciertas situaciones, en vez de culpar a la situación por lo que nos hace sentir, asumimos la responsabilidad de que esa situación simplemente está activando en nosotros una emoción que ya estaba allí, de otra manera no habría reacción emocional. En vez de atacar a la otra persona, respiramos y nos concentramos en sentir que pasa en nuestro cuerpo y permitir que lo que necesite ser liberado se libere.
Al principio quizás no es tan fácil hacerlo en situaciones con otras personas hasta que no se coge mas práctica, pero basta con hacer lo mejor que podamos y no sentirnos culpables por ello, ya el hecho de empezar a tomar conciencia es para darnos unas palmaditas en la espalda.
Al principio quizás es mas fácil empezar a practicar en casa a solas, porque las emociones no nos vienen sólo en situaciones externas, a que no? Cuantas veces hemos tenido un problema en el trabajo o con nuestro compañero y estamos en casa todavía con el problema en la cabeza que a veces no nos deja ni dormir. Estas son buenas ocasiones para hacer lo mismo, nos sentaremos y pensaremos en el problema que nos hace sentir mal, y en cuanto empezamos a sentir esa sensación en el cuerpo, en la boca del estómago, o donde sea (aunque normalmente empieza por ahí), respiramos profundamente enfocándonos en ese lugar y permitiéndonos observar que pasa, no nos dirigiremos para nada al pensamiento, una vez sentimos, el pensamiento es secundario, lo que nos interesa es que esa emoción se exprese y se libere.
Cuando nos enfocamos en el pensamiento nos salimos del AQUÍ Y AHORA puesto que el pensamiento nos llevará al pasado, nos llevará a recordar el problema una y otra vez asumiendo un papel de víctima, y no es eso lo que queremos, queremos tomar responsabilidad de nuestras vidas, queremos responsabilizarnos de cómo nos sentimos y cuando dejamos nuestra mente volar de esa manera, nos creamos un drama que no existe mas que en nuestra mente, pues no nos sentimos miserables sólo cuando ha pasado la situación, sino que seguimos con ella horas e incluso días después de que haya pasado. Queremos conectarnos con el pasado en el AQUÍ Y AHORA sólo para sanarlo, para trabajar con él, en el momento presente, para que no nos persiga en cada momento de nuestra vida o asaltarnos cuando menos lo esperamos. Por eso es importante el darle sólo la importancia necesaria y en el momento oportuno.
Cuando somos capaces de abrirnos y traer conciencia en cada instante de nuestra vida, esta se transforma, no seguimos acosados por el pasado ni vamos mirando el futuro frenéticamente. Somos capaces de vivir plenamente el AQUÍ Y AHORA que es el único instante que realmente existe, nos abrimos a estar mas en contacto con nuestra intuición, inspiración y creatividad que son nuestras verdaderas fuentes de poder. Cuando somos capaces de estar en silencio, sin ser acosados por los pensamientos, la creatividad Divina, la inspiración Divina fluye hacia nosotros con nuevas ideas y formas de vivir, de crear, de sentir. Cuando liberamos antiguos patrones, bloqueos, memorias de nuestro subconsciente, dejamos espacio para lo nuevo, dejamos espacio para que la Divinidad entre en nosotros y nos guíe dándonos esas nuevas ideas e inspiraciones para vivir una vida mas plena, mas rica, mas armoniosa. Como dijo Jesus en su libro “The Way of Mastery” tú sólo tienes que ocuparte de limpiar la casa que lo demás viene por añadidura. Limpiemos entonces nuestra casa de esas emociones y pensamientos negativos y ponzoñosos, hagamos paz con las personas que nos han hecho daño, enfoquemosnos en que nuestra casa esté limpia y dejemos que cada uno decida cuando limpiar la suya. Cuanto mas nos enfoquemos en la nuestra, mas paz y armonía interior encontraremos y poco a poco nos empezaremos a sentir como nunca antes nos habíamos sentido. Simplemente recordando en traer conciencia día a día, pasito a pasito, sin culpas, sin remordimientos, sin juicios, sin condenas. Ok esto es lo que siento ahora, es lo que es, ya cambiará, nada dura para siempre. No busquemos el sentirnos bien todo el tiempo, no nos frustremos si nos sentimos mal, aceptar, aceptar, permitir. Poco a poco, pasito a pasito, como un bebé. No pretendamos limpiar la casa en un día, seamos pacientes con nosotras mismas, cuidando a nuestro niño interior, viéndonos como ese niño, esa niña que está empezando a gatear y que le das ánimo en cada nuevo pasito que da, sin reprimirlo por cada vez que trata de levantarse y vuelve a caerse.
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